“Apologética” – Fundamentalmente
Errada
Engañando
a la Gente Sencilla por Medio de Truculencias
La supuesta “evidencia” de la existencia de Jesús,
puede llenar muchas páginas. La $multi-millonaria INDUSTRIA
DE LA RELIGIÓN, ha predeciblemente engrandecido a los defensores
de la Fe.
Dos favoritos “Nacidos de Nuevo” son el pastor Lee
Strobel – La Evidencia por Cristo - y el ministro
Josh McDowell – La Evidencia requiere un Veredicto. Ninguno
de los dos pretende una imparcialidad científica. Más
allá de una autoproclamada “terca objetividad “, ellos
presentan una reconocidamente parcializada y defensa de la causa
evangélica. Pero pese al exagerado elogio
apilado por la multinacional Cristiandad S. A. , la
evidencia que alegan se derrumba al ser examinada. La sofisticación
y embaucamiento engañan solo a los crédulos
y desinformados – pero esa es justamente la esencia de
la religión.
Los Apologistas no tienen en su poder artefactos
secretos de Jesús,
ningún guardado de memorias secretas – aunque
sí tienen aliados muy astutos en la industria fabricante
de reliquias, así esto puede cambiar ! Así,
la carpa del circo está llena de nada más substancial
que subterfugios y lógica sospechosa. Lo que mantiene el
conjunto entero, es el super pegamento universal, LA FE.
El desfile de engaño y bufonesca parafernalia
podría
ser algo risible y divertido, si no fuera porque es el máximo
de racionalidad a que llegan algunos cristianos. Líbrenos
el cielo de que lleguen al poder en el gobierno.
En el preludio de la Edad Oscura, los Apologistas
originales cristianos incurrían en similar debate seudo racional con los filósofos
griegos, quienes inicialmente ignoraron a los cristianos, y posteriormente
los satirizaron como tontos. Pero en menos de tres generaciones los
cristianos estaban al mando del Imperio Romano, y las burlas cesaron. 1. El
Argumento: “La Biblia dice”
Aunque parezca increíble, asombrosamente, el principal
argumento de los Apologistas, apartándose de la lógica,
para probar la existencia del héroe protagonista de su relato, es el
relato mismo. A la Biblia se le concede el privilegio especial
de confirmar su propia verdad. En el engañoso lenguaje religioso,
es calificada como la “única históricamente
confiable”. Es verdad, porque ella misma dice
que es verdad. Muy cómodo el argumento. (Tan
cómodo, de hecho, que Mahoma lo adoptó en el Korán).
Pueden tales argucias ni remotamente justificarse
si las escrituras dieran cronologías precisas y verificables de personas,
lugares y eventos? No, en absoluto. Como cualquier libro
de ficción, la Biblia establece una serie de (improbables)
eventos, una plétora de nombres, y una masa de detalles
incidentales de imposible comprobación, situados dentro
de un escenario histórico conocido. La
Judea Romana era sin duda real, la Jerusalén del primer
siglo ciertamente existió (usted puede visitar sus ruinas).
Pero cualquier trabajo de ficción histórica hace
referencia al mundo real. Una novela nunca deja de ser ficción,
no importa qué tan “real” parezca.
El asunto es, caminó sobre el agua un carpintero santo,
resucitó a los muertos, fue resucitado y subió a
los Cielos?
Con todo el conjunto bíblico de verdades a medias, fantasías
e historia enrevesada, definida como “evidencia histórica”,
ha sido posible convocar un vasto número de “testigos” por
el super-héroe. Otros personajes dentro de la fábula
dan testimonio de la existencia del carpintero sagrado. Es
como probar la existencia de Batman a partir del testimonio de
Robin el joven maravilla.
Nacimiento divino? Contamos con
el testimonio de Lucas sobre los pastores y ángeles (Lucas
2). Sin importar que Lucas escriba por lo menos 60 años
después del supuesto nacimiento del hombre-dios (realmente,
más de un siglo), se ofrece como testigo presencial de
una conversación supuestamente ocurrida en un campo
de ovejas.
Jesús convirtiendo agua en vino? Por
supuesto, tenemos al “apóstol Juan” como nuestro
principal, de hecho, único testigo, escribiendo aún
después de que lo hizo “Lucas”, (Juan 2). Como
máximo, Juan, como Lucas, escribieron lo que oyeron
contar, una generación después de los supuestos acontecimientos.
Y de quien disponemos para testificar acerca del mesiánico
gran final, la resurrección? La evidencia sobre éste “Cristo
resucitado” viene del testimonio de Pablo, acerca de 500
testigos no identificados, avistamientos
de los 12 apóstoles y de él mismo (Corintios
15). Mateo en cambio cuenta con dos mujeres adoradoras de pies,
y 11 discípulos en una falda montañosa.
Marcos acude con 3 mujeres (María Magdalena, María
la madre de Jesús, y Salomé), 2 paseantes, y los
11, que habiendo ya comido (Marcos 16). Y finalmente Juan cita
también a María Magdalena y los discípulos,
con especial mención de Tomás el Incrédulo
(Juan 20).
El punto esencial, el corazón mismo del malvado
edificio del cristianismo, - el salvador resucitado- descansa
escasamente en 500 palabras escritas en un antiguo, inconexo
y completamente desacreditado libro.
Posiblemente en éste punto se supusiera que todo pensamiento
crítico debiera cesar, y que otro acólito se arrodillara
en penitencia por haber puesto en duda la verdad revelada.
2.
El argumento de que “La creencia de Otros” constituye
Evidencia
Habiendo invocado como “testigos” a los personajes
tomados del relato mismo, la sospechosa lógica
prosigue llamando a otros adicionales, de la masa de hermanos
en la fe – bueno, algunos individuos aislados realmente.
Los antiguos cristianos mismos son presentados
como “evidencia”.
Así, los creencias de los Padres de la Iglesia, como Ignacio,
obispo de Antioquía (50–115?) se convirtieron
en el eje de la pretensión del Catolicismo
Romano como amos del mundo. En una impresionante gira martirológica,
la superestrella episcopal resulta sentenciada a enfrentarse
a las fieras salvajes, por el supuestamente vil emperador
Trajano (en verdad, un gobernante reconocidamente
benigno).
Se nos pide creer que, cuando todos los
recursos de Roma estaban siendo dedicados a atender una
guerra con Partia, el emperador iba a reservar la útil arena local para
la ejecución de Ignacio, asignando una patrulla para
trasladar al cautivo hasta oriente y luego de regreso a Roma.
El prolongado recorrido supuestamente le brindó la
oportunidad de conocer y saludar a la pesada cristiana a
todo lo largo del camino. Ignacio, (quien es bastante insistente
acerca de su propio martirio), escribe 15 cartas de naturaleza
realmente milagrosa. Están dirigidas a tales notabilidades
como a la Virgen María, y un obispo nonato aún
por la época de la muerte de Ignacio!
La importancia de las cartas no es su
veracidad histórica, sino el dogma católico. Ignacio
es convertido en el altoparlante de la ortodoxia del Siglo
IV, retrotraída a una fantasía proselitista
del Siglo II. El obediente obispo hace advertencias acerca
de toda clase de “herejías”, y exige
estricta obediencia a los obispos.
En la fábula por la cual es nombrado obispo
personalmente por los apóstoles, y luego él
instruye al obispo Policarpo de Esmirna (fallecido
en 166?), Ignacio es convertido en el eslabón perdido” entre
la fantástica leyenda Palestina, y la cruda realidad
de la autoridad episcopal católica. El primer
clérigo romano que se autodenominó obispo – Aniceto
(156-166) - lo hizo de acuerdo con Policarpo.
Similarmente, Flavio Clemente (¿150–216)
obispo de Alejandría, Justino (tan
meritorio mártir que el adjetivo formó parte
de su nombre), y el galo Irineo, son
selectivamente citados, como si sus creencias tuvieran una
especial cualidad para probar el nacimiento o muerte de alguien,
un siglo o más anterior a su época.
Simplemente, la evidencia de creencia
no constituye evidencia de realidad - y
si esa línea de argumento fuera válida, tendríamos
que validar los 3000 o más años de existencia
de las deidades egipcias e hindúes, y los casi igualmente
perdurables dioses griegos y del norte de Europa!
El engaño continúa hasta el día
de hoy, con el testimonio de “expertos creyentes” exhibidos
como evidencia de la existencia de un dios-hombre, existencia
cuestionada aún desde el Siglo II. Por supuesto, la
validez del testimonio de los expertos no creyentes,
no parece aún próximo.
Evidencia
de Creencia –
Tumbas del
Sagrado Ibis en Saqquara, Egipto
|
|
Varios millones de aves momificadas dan testimonio de
siglos de antigua creencia egipcia. Los
ofrecimientos eran en honor del arquitecto
real Imhotep, deificado como el dios griego
de la medicina Asclepio..
Imagino
que eso significa que Asclepio
era real... |
|
|
3.
El Argumento de los “ Sufridos Discípulos”
Este argumento realmente se gana el premio.
Nuestro Apologista, conciente de que los no cristianos
también tienen
creencias, ahora inflan ésta falacia, inventando una “Iglesia
Triunfante”, perpetuada por Hollywood. “Habrían
los discípulos sufrido y muerto por un salvador inventado”? Chocantes
imágenes de apedreamientos, descabezamientos, bestias
salvajes).
Este audaz disparate es destruido por completo por dos realidades
independientes:
1. La gente sufre y muere cotidianamente por
causas erróneas.
Se habrán ido los terroristas del 9/11 directo
al cielo?
Los paganos sí murieron a
manos de los cristianos. Acaso prueba esto la existencia
de Dionisio e Isis?
2. No existe evidencia de la
existencia de los apóstoles, ni de un generalizado
sufrimiento de los cristianos – esto es,
hasta cuando el Imperio Cristiano desató su ferocidad contra los heréticos.
Paulo, por ejemplo, nunca se refiere
a la ejecución
de ningún apóstol, aunque esto no reduce el
repetido cuento de la quemazón de cristianos
perpetrada por Nerón.
No olvidemos, que en un solo día, en
1209, en Beziers en la región del Languedoc, en
el sur de Francia, murieron más cristianos a manos
de otros cristianos, que en los 20 años del reinado
del gran perseguidor Diocleciano el emperador romano, lo
cual muestra gráficamente
el salvajismo cristiano, más que el pagano. Uno puede
matar, y hacerse matar, por una causa religiosa, con tranquilidad,
y la gente comúnmente lo hace.
Muerte y asesinato inspirados en la religión
no tienen valor probatorio.
4.
El argumento de “Demasiado Reciente para ser
una Leyenda”
Brevemente, el argumento es como sigue: La
creencia en JC y en su resurrección surgió casi de inmediato.
No hubo tiempo suficiente para que se hubiera desarrollado
una leyenda acerca de una realidad menos dramática” Los
mitos, se dice, requieren generaciones para su desarrollo. (Realmente?) No
tomó más que unos pocos días para que los
militares norteamericanos y los medios periodísticos perfeccionaran
la leyenda acerca de la suboficial Pfc Jessica Lynch, haciéndola
aparecer como una versión femenina de Rambo. Afortunadamente,
la franqueza subsiguiente de la supuesta heroína desmintió las
falsificadas versiones.
Se nos dice que los testigos presenciales aún
supervivientes habrían gritado “falso!” si
los historiadores hubieran escrito falsedades – una versión
imaginativa pero ridícula, implicando que en los guetos
y “Scriptoriums” del
Imperio de Oriente existiera un ejército de correctores
literarios revisando los rabínicos escritos. Este argumento
también introduce subrepticiamente el falso concepto de
que los evangelios fueron escritos “temprano”, siendo
la realidad que solamente aparecieron hacia mediados del Siglo
II, cuando la totalidad de quienes vivieron en la primera mitad
del Siglo I habían fallecido hace tiempo.
No obstante, la implicación es que dentro de una década
o dos de la muerte de JC, “numerosos” cristianos tenían
más o menos la misma convicción. “Seguro”, dice
el argumento, “esto sería el caso, solo si
algo notable hubiera ocurrido?”
Falso.
Acordémonos: estamos
buscando evidencia acerca de JC. Lo cual no asume una
fecha específica para la crucifixión de nuestro
héroe, para luego contar hasta el tiempo en que comenzaron
a haber cristianos. Nadie pone en duda que durante a fines del
primer siglo, y comienzos del segundo, surgió una fe acerca
de un hombre – dios mesiánico. Las leyendas son
construcciones compuestas (colectivas?) a lo largo de muchas
generaciones. Su surgimiento a partir de los muy reales sufrimientos
de los judíos,
y de los pobres del Imperio Romano constituye un estudio fascinante.
Insertar una arbitraria ventana de tiempo
histórico
(la supuesta vida de JC) dentro de este desarrollo, es un engaño.
Qué creían
los primeros cristianos?
Algunos contendores por la “verdad”
Cristianos
que NO creían
en un Jesús humano:
Docetistas:
“Aparición de un hombre….”
Valentinianos:
“Resurrección desde la
ignorancia”
Marcionitas:
2 Dioses, Jesús
proyectado hacia abajo…”
Maniqueos:
“El espíritu
no puede ser Atrapado…”
Cristianos
que creían en
Jesús pero no en la Divinidad:
Basilidianos:
“Jesús
no fue crucificado….”
Ebionitas:
“Los judíos
para Jesús, Paulo es un herético…”
|
|
Lo que resulta sorprendente es la enorme
variedad de cristianismos que proliferaron desde
los primeros tiempos, y una creencia no generalizada en un
Jesús humano o en uno resucitado.
La evidencia de la “existencia humana de Jesús,
lejos de estar confirmada y existir unanimidad entre los primeros
cristianos, fue motivo de feroces discordias. Muchos
cristianos entre los siglos primero y cuarto, NO creían
en un Jesús de de carne y hueso; les era ofensivo
de su particular interpretación de los divino.
Entre los que hablaron de un Jesús
hombre entre los hombres, muchos rechazaron la noción de
que héroe habría sido un dios – una afirmación
blasfema para cualquier monoteísta.
La confusa noción de “verdadero
Dios y verdadero Hombre” no fue formulada como “Confesión
de Fe” hasta el primer concilio de Antioquía,
en el año 251AD, cuando le fue impuesta al mundo
por medio de edictos imperiales romanos.
Lejos de compartir un núcleo central
de creencias, los primeros cristianos abarcaron una amplia
gama de opiniones, y esta variación continuó pese
a la persecución conjunta ejercida por la iglesia y
el estado sobre cualquier punto de vista no ortodoxo.
5.
La aplastante cantidad de documentación – Un
falso Argumento
Este, realmente es un tosco garrote.
“Sabe usted, dice el apologista, hay solo
una copia manuscrita de Las Guerras Gálicas”,
y data el Siglo X? En cambio, hay más de 20.000
manuscritos de los evangelios, en varios idiomas, que datan
del los siglos Sexto Doce. No PRUEBA esto la corrección
del Nuevo Testamento?
La lógica es atroz – si una mentira
se repite cien veces, acaso supera a una sola verdad? El
punto realmente significativo qué tan pocos manuscritos
cristianos – o
aún retazos de los mismos – existen del tiempo
anterior a que el culto cristiano se convirtiera en el culto
oficial del imperio romano.
Bibliotecas completas de antigua sabiduría y erudición
fueron quemadas por los cristianos. Durante siglos, por mandato
de la iglesia, el único material de lectura fue la árida
dieta de la bíblica fantasía.
Y los apologistas modernos tienen el atrevimiento
de burlarse de la escasez de textos clásicos. Es como
si los Nazis de la escasez se lamentaran de la escasez de libros
judíos.
6.
El Argumento de los Lamentables Errores
La
moderna ilustración expone los bárbaros disparates
de la Biblia como nunca antes. Quienes escribieron los evangelios,
hace 1800 años, nada sabían de ciencia ni de racionalidad.
No podían anticipar las habilidades y comprensión
que impugnarían su piadosa fantasía en el futuro.
En verdad, hasta hace poco, la Biblia era un
libro prohibido, para todos excepto el clero. Dentro del vasto
conjunto de sus sinsentidos, leída selectivamente en latín,
o en griego, a un campesinado ignorante, quien podría
detectar las miríadas
de inconsistencias, contrasentidos y absurdidades ?
Ahora, por supuesto sabemos esto, y más.
Nada avergonzado, el Apologista audazmente
convierte éste
desastre a su favor. “Los errores obviamente confirman
la esencia de verdad. Si los escritores hubieran deseado decir
mentira, la habría dicho bien”
Nada de eso. Los escribientes eran
timadores de su época – incapaces de anticipar el
auge del alfabetismo, la impresoras, los computadores y el Internet.
7.
El Argumento de la Falta de Historiadores Confiables
“OK”, dice el Apologista
como último
recurso, si todo lo que usted dice es cierto, porqué no
hay cantidades de académicos establecidos haciendo cola
para impugnar el mito de Jesucristo?
A diferencia de los religiosos, quienes son
generalistas de amplio espectro que se explayan sobre la vida,
la muerte y la eternidad, los academicistas están crecientemente
especializados, saben más y más acerca de menos
y menos. Su avance personal y prestigio profesional proviene
de pequeños progresos dentro
de su estrecho ámbito de trabajo. Es entendible que prefieran
no comentar sobre asuntos fuera de su área de conocimiento.
Dentro de los límites de sus propias disciplinas,
los académicos
ciertamente cuestionan los disparates bíblicos. Muchos de
dichos cuestionamientos están incluidos en la presente recopilación
de artículo, que han permitido demoler el mito sobre Jesús.
Pocos se atreven a enfrentarse a la “Madre Iglesia” con
sus $billones y millones de creyentes seguidores. Se requiere
que otros, libres de las restricciones académicas, para ensamblar
las mil y pico de evidencias en un solo bloque coherente.
Expresado lo anterior, que Jesús de Nazaret no
existió a nivel histórico, no es una idea nueva,
sino que ha sido aprobada por una minoría
de académicos durante
más de 200 años.
Las dudas acerca de la verdad literal
acerca del hombre-dios fueron elevadas - no por laicos – sino
por teólogos progresistas
cuya razón prevaleció sobre su fe. Tristemente, el
fundamentalismo invierte el proceso manteniéndolo patas arriba,
con la fe dominando a la razón.
Helo
aquí. La mejor evidencia
para creer en Jesús resucitado.
Cinco
anécdotas de “avistamientos” de
Tercera mano !
Y usted pensó que
la evidencia de los WMD era
un tanto precaria….
“Juzgando
por los evangelios, parecería
que las actividades del recién resucitado
Jesús durante los cuarenta días
siguientes incluyeron: un desayuno; uno y medio cenas;
un breve encuentro en el cementerio (por cierto,
sin ropas); dos caminatas a través del campo;
al menos siete conversaciones….Resulta claro
que los relatos de las escrituras acerca del período
de seis semanas se contradicen unas con otras egregiamente
con respecto al número de sitios de las apariciones
de Jesús, quienes estaban presentes durante
tales apariciones, y la fecha y localización
de la ascensión al cielo.”
– T.
Sheehan ( The First Coming, p95.7)
1 Corintios 15
Y que apareció a Cefas, y después
a los doce.
Después apareció a más de quinientos hermanos juntos; de
los cuales muchos viven aún, y otros son muertos.
Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles.
Y el postrero de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
Juan 20
Y dijéronle: Mujer, ¿por
qué lloras? Díceles: Porque se han llevado
a mi Señor, y no se dónde le han puesto.
Y como hubo dicho esto, volvióse atrás, y vio a Jesús que
estaba allí; mas no sabía que era Jesús.
Dícele Jesús: Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién
buscas? Ella, pensando que era el hortelano, dícele: Señor, si
tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.
Dícele Jesús: ¡María! Volviéndose ella, dícele: ¡Rabboni!
que quiere decir, Maestro.
Dícele Jesús: No me toques: porque aun no he subido a mi Padre:
mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios
y a vuestro Dios.
Fue María Magdalena dando las nuevas a los discípulos de que había
visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.
Y como fue tarde aquel día, el primero de la semana, y estando las puertas
cerradas donde los discípulos estaban juntos por miedo de los Judíos,
vino Jesús, y púsose en medio, y díjoles: Paz a vosotros.
Lucas 24
Y entre tanto que ellos hablaban estas
cosas, él se puso en medio de ellos, y les dijo:
Paz a vosotros.
Entonces ellos espantados y asombrados, pensaban que veían espíritu.
Mas él les dice: ¿Por qué estáis turbados, y suben
pensamientos a vuestros corazones?
Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy: palpad, y ved; que el espíritu
ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.
Y en diciendo esto, les mostró las manos y los pies.
Y no creyéndolo aún ellos de gozo, y maravillados, díjoles: ¿Tenéis
aquí algo de comer?
Entonces ellos le presentaron parte de un pez asado, y un panal de miel.
Y él tomó, y comió delante de ellos.
Y él les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún
con vosotros: que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están
escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los
salmos.
Entonces les abrió el sentido, para que entendiesen las Escrituras;
Y díjoles: Así está escrito, y así fue necesario
que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y la remisión de pecados
en todas las naciones, comenzando de Jerusalén.
Y vosotros sois testigos de estas cosas.
Y he aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros: mas
vosotros asentad en la ciudad de Jerusalén, hasta que seais investidos
de potencia de lo alto.
Y sacólos fuera hasta Bethania, y alzando sus manos, los bendijo.
Y aconteció que bendiciéndolos, se fue de ellos; y era llevado
arriba al cielo.
Y ellos, después de haberle adorado, se volvieron a Jerusalén con
gran gozo;
Y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo á Dios. Amén.
Mateo 28
He aquí, Jesús les sale
al encuentro, diciendo: Salve. Y ellas se llegaron y
abrazaron sus pies, y le adoraron. Entonces Jesús les dice: No temáis: id, dad las nuevas á mis
hermanos, para que vayan á Galilea, y allí me verán.
Y yendo ellas, he aquí unos de la guardia vinieron a la ciudad,
y dieron aviso á los príncipes de los sacerdotes de todas las cosas
que habían acontecido.
Mas los once discípulos se fueron á Galilea,
al monte donde Jesús les había ordenado.
Y como le vieron, le adoraron: mas algunos dudaban.
Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es
dada en el cielo y en la tierra.
Marcos 16
Mas como Jesús resucitó por
la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente á María
Magdalena, de la cual había echado siete demonios.
Yendo ella, lo hizo saber á los que habían estado con él,
que estaban tristes y llorando.
Y ellos como oyeron que vivía, y que había sido visto de ella,
no lo creyeron.
Mas después apareció en otra forma á dos de ellos que iban
caminando, yendo al campo.
Y ellos fueron, y lo hicieron saber á los otros; y ni aun á ellos
creyeron.
Finalmente se apareció á los once mismos, estando sentados á la
mesa, y censuróles su incredulidad y dureza de corazón, que no
hubiesen creído a los que le habían visto resucitado.
– BIBLIA ESPAÑOL
REINA VALERA
Condenado, dice
Obispo
“Si la resurrección de Jesús
no puede ser creída excepto mediante la aceptación
de las fantásticas descripciones incluidas
en los evangelios, entonces el cristianismo está condenado.
Porque
esa visión de la resurrección
no es creíble, y si esa es todo lo que hay,
entonces el cristianismo, que depende de la autenticidad
de la resurrección, tampoco es creíble."
Obispo John Shelby Spong
(Resurrección:
Mito o Realidad, p 238).
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Copyright © 2004
by Kenneth Humphreys.
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